lunes, 15 de diciembre de 2014

Cómo Sería El Mundo Si Los Hombres Tuvieran La Regla

La menstruación, esa  etapa que sufrimos las mujeres mensualmente durante años, que puede durar desde dos días a una semana, que es considerada como el mayor símbolo de la feminidad y que nos permite crear vida. Esos días del mes que no duran solo lo que dura el periodo, sino que sus síntomas empiezan al menos una semana antes. Dolor de ovarios, dolor de pechos y aumento de su tamaño, dolor de cabeza, susceptibilidad y sensibilidad a flor de piel. Tener que ser una mujer prevenida y estar siempre pendiente del día en que vivimos, porque puede que tengamos suerte y nuestra menstruación sea  regular, pero también puede que venga cuando menos te lo esperes y te arruine tus carísimas braguitas de encaje de La Perla. Sin olvidar que esta bonita experiencia te obliga a  tener el armarito del cuarto de baño más repleto de compresas y tampones que las estanterías del súper. Y lo más grave de todo, más allá de tener que aguantar chistes machistas relacionados con nuestro humor y la menstruación,  lo que conlleva tener el periodo; la posibilidad de tener hijos, y la responsabilidad que debemos asumir desde jóvenes en lo que se refiere a tener relaciones sexuales. Asumir el riesgo de poder quedarnos embarazadas por echar un polvo, tener que tomar duras decisiones como tener un hijo o abortar aunque no estés preparada para ello y seguramente tener que hacerlo todo solas, porque somos nosotras las que cargamos con las consecuencias.

Pero, ¿cómo sería el mundo si fueran los hombres quienes tuvieran la regla?

Primero, tener la primera regla seguramente se convertiría en un acontecimiento de masculinidad tan importante como alcanzar la mayoría de edad o incluso más. Los hombres hablarían de la frecuencia con la que les viene la regla, la cantidad, de su primera experiencia poniéndose un tampón, y los terribles dolores que tienen que soportar, porque no olvidemos lo mal que aguanta el dolor el “sexo fuerte”. Pero en definitiva sería un tema de conversación tan importante como el fútbol o la política. Ante la importancia de este acontecimiento masculino seguramente los tampones y las compresas estarían subvencionadas por el gobierno, al igual que las pastillas anticonceptivas y las del día después. No habría ninguna duda acerca de la legalidad y la gratuidad del aborto y habría clínicas de planificación familiar al lado de cada bar de copas, discoteca o playa.

Y lo más importante de todo, nos entenderían de verdad. Así que, si tenemos la regla y nos apetece llorar porque sí,  nos quejamos de los dolores que tenemos o queremos comernos una tableta de chocolate entera, no rechistéis solo darnos mimos e id a comprarnos todas las chuches que necesitemos.

Juntos Pero No Revueltos: La Relación Perfecta Con Los Pesados De Turno

El mundo está absolutamente repleto de tíos. Tíos hipsters, surferos, skaters, nerds, heavys, pijos, etc. Pero hay una subespecie que, como toda chica de hoy en día sabe, puede presentarse en cualquier forma, origen o modo de vestir: el pesado. Seguramente todas, pero absolutamente todas, nos hemos topado alguna vez con uno o varios de ellos, sobre todo los viernes y sábados por la noche. Puede que sean guapos, o no, puede que salgan solos, o no, puede que estén borrachos, o puede que no, porque la verdad es que hay muchos tíos cansinos, y estos se presentan en múltiples versiones de sí mismos.

1. El pesado de discoteca
Ese tipo de tío es el típico sobas experto en fastidiarte la noche de fiesta. Tú sales con tus amigas después de haber pasado semanas planeando una noche de chicas en la que coincidáis todas para darlo todo, y todo va bien hasta que estás en la barra de la discoteca y se te acerca un pesado de turno. Este es un tío que no importa cómo vaya vestido, no importa que sea un punkarra o que se haya vestido como un señorito andaluz de cortijo, lo que es seguro es que va a ir mamao.

Su modo de actuar consiste en decirte lo guapa que eres en reiteradas ocasiones, invitarte a una copa e intentar convencerte de que es la mejor opción que vas a encontrar esa noche para echar un polvo.

Ten cuidado que no te pille en un día tonto, porque puedes caer en sus garras y luego viene el arrepentimiento…

2. El amigo o conocido pesado
Es ese amigo del grupo que siempre está pendiente de ti, en persona y a través de las redes sociales comentando cada cosa que escribes, y que intenta ser muy cariñoso contigo, tanto que acaba convirtiéndose en un maldito sobas que te hace sentir incómoda incluso aunque solo vaya a darte las buenas noches y preguntarte qué tal. No, tío, no intentes agarrarme de la cintura a la mínima ni juegues a hacerme cosquillas. No lo soporto, y como un día de estos se me cruce el cable, te llevarás un revés con la mano abierta. Un ¡zas! en toda la boca.

3. El pesado-acosador
Es una evolución del amigo o conocido pesado. Va a acosarte no solo enviándote mensajes, sino también a través de las redes sociales. Da igual que le elimines de tu Facebook y te cambies el nombre, te acabará encontrando a través de algún amigo común y alguna maldita foto. Y te volverá a enviar una petición de amistad. ¿Por qué no capta el mensaje? Por lo que para librarte de él seguramente acabes antes cambiando tu número de teléfono y borrando tu cuenta de Facebook.

Mi consejo: no le des nunca demasiada bola a un pesado o se convertirá en pesado-acosador. Están bien para un ratito, para que te suban el autoestima y te inviten a una copa, pero para nada más. Aunque, bueno, si has pensado en salir con un tío que cumpla alguna de estas características supongo que serás una chica a la que le guste que estén encima de ella continuamente, que necesita atenciones continuas y que no le va eso de tener su propio espacio… Y yo en eso ya no me meto. Pero si no, no quieras tener a un pesado en tu vida, ni como amigo.

Así que, chicos, ese popular dicho que reza “Quien la sigue la consigue” está muy bien para que no perdáis la esperanza, pero lo siento, está demostrado que no se cumple ni en el 90% de los casos.

Sigue intentándolo… o mejor no.

Complejos De Las Mujeres Que Vuelven Locos A Los Hombres

Todos y cada uno de nosotros tenemos algún complejo. Seguro que hasta Brad Pitt o su señora, Angelina Jolie, también tienen infinidad de ellos. Y esto es absolutamente normal porque nadie es perfecto. Y nadie es perfecto porque la perfección física es subjetiva. Y la perfección física es subjetiva porque la belleza también lo es. Y hasta aquí llega esta simple ecuación (no os asustéis, que esto no es el fragmento de ningún libro de Paulo Cohelo… con perdón para los lectores de este).

Dejando esto bien claro, vayamos al asunto que nos ocupa. Socialmente, se ha perpetuado la idea de que las mujeres tienen muchos más complejos que los hombres, que se preocupan más por su aspecto físico y que los pequeños “defectos” les generan más inseguridad. Por supuesto, es una idea totalmente falsa; los hombres también tenemos complejos (pero quizás nos los callemos más) y, por supuesto, también nos preocupa nuestra imagen (¿o acaso no están los gimnasios llenos de tíos?).

Muchas mujeres sueñan con tener un vientre totalmente liso, cuando en realidad nada hay más sensual que una mujer con una barriga prominente (y sí, muchos hombres sobre todo a partir de cierta edad, también sueñan con tener un vientre liso). De hecho, una encuesta realizada por la revista española Cuore arroja una cifra bastante contundente: hasta el 81% de los hombres prefieren a una mujer con un poco de barriga y caderas anchas. Las curvas hacen a la mujer mucho más femenina, sin duda. ¿O es que no tenía curvas Marilyn Monroe, que sigue siendo el mito sexual femenino por excelencia a nivel mundial?

Otra obsesión de las mujeres es la de estar perfectamente depiladas las 24 horas del día. Precisamente para conseguir esto que hace años era una utopía: llegó la depilación láser y otros tratamientos del estilo. Pero, como dice la expresión, donde hay pelo hay alegría. A cualquier hombre no le importa que una mujer lleve un par de días o tres sin depilarse. No es el fin del mundo. Y lo mismo ocurre con la celulitis: es un signo de naturalidad, que demuestra que una mujer es de verdad.

Tener un trasero gordo es otra de las pesadillas recurrentes de muchas mujeres. Sin embargo, resulta que a la mayoría de los hombres les vuelve locos, hablando en plata, un culo de proporciones considerables. Hasta el 61% lo prefieren así, según el estudio del que hablábamos. ¿Por qué si no iba a tener Jennifer López su culo (que no es precisamente pequeño) asegurado en 50 millones de eurazos?

Del mismo estudio se desprende también que una gran mayoría de varones prefieren a la mujer “al natural”: sin excesivo maquillaje ni complementos, con un look cuanto más casual mejor y sin peinados imposibles. Así que ya lo sabes, la naturalidad gana por goleada. Si eres de las que tienen estos complejos, ya estás tardando en deshacerte de ellos como si fueran pañuelos usados.

El Diccionario Del Lenguaje Femenino Que Todo Hombre Debería Conocer

Las mujeres somos seres complicados, y por qué no decirlo, a veces también un poco retorcidos. Muchas veces, cuando hablamos acerca de algo, en realidad decimos exactamente lo contrario de lo que en verdad estamos pensando, por eso no es extraño que a los hombres les cueste tanto entendernos y conocernos. Por eso, para ayudaros a comprender el complicado mundo femenino y su lenguaje, existen una serie de expresiones cuyo verdadero significado los hombres deberían conocer.

1. Estaré lista en 5 o 10 minutos…
¿Qué significa? Depende del contexto. Has quedado y vas tarde, llamas a tu amiga y le dices que llegarás en cinco o diez minutos, cuando en realidad acabas de salir de casa. O bien, alguien te viene a buscar a casa y le dices que se espere, que en cinco minutos estás lista, aunque seguramente aún vas solo por el segundo champú…

¿Por qué usamos esta expresión? Porque buscamos la perfección y no calculamos bien el tiempo que nos va a llevar hacer las cosas…

Sinónimos: Estoy llegando, en nada estoy, te veo enseguida.

2. Pues a mí no me parece tan guapa
¿Qué significa? Que esa chica es guapísima, tiene el pelo Pantene y además un cuerpazo perfecto, y eso nos hace sentir celos.

¿Por qué usamos esta expresión? Para auto-convencernos de que nosotras somos mucho más guapas y que seguimos siendo la opción más atractiva.

Sinónimos: Yo soy mucho más guapa, pues a mi me parece demasiado artificial

3. Para nada me gusta ese chico
¿Qué significa? Que no es que no nos guste ese chico, es que nos vuelve absolutamente locas, pero por orgullo jamás lo reconoceremos delante de nadie.

¿Por qué usamos esta expresión? Para convencernos de que el chico que nos gusta y pasa de nosotras no nos llega a la suela de los zapatos aunque nos hayamos pasado dos horas cotilleando el Facebook de su ex-novia para evaluar la competencia.

Sinónimos: Somos polos opuestos, no tengo tiempo para relaciones.

4. ¿De qué la conoces?
¿Qué significa? Quién es y cuál es el historial sexual existente entre esa chica a la que acabas de decir: “¡Hola!”, y tú.

¿Por qué usamos esta expresión?  Para no parecerles locas o invasivas a los chicos con los que estamos hablando si preguntamos directamente lo que queremos saber.

Sinónimos: ¿Has salido con ella? ¿Os habéis enrollado?

5. Eh, esta es solo mi primera copa
¿Qué significa? Estoy más ciega que nadie, tengo el rímel corrido y tengo lagunas de lo que pasó anoche.

¿Por qué usamos esta expresión? Para auto-convencernos de que tenemos auto-control, y que conocemos nuestro límite.

Sinónimos: Esta noche no acabaré con un coma etílico…

6. No volveré a salir con él jamás
¿Qué significa? Él no volvió a llamar después de nuestro encuentro y eso nos hiere en lo más profundo de nuestro ego.

¿Por qué usamos esta expresión? Para engañarnos a nosotras mismas convenciéndonos de que no estábamos muy interesadas en ese chico que no merece la pena, cuando en realidad sí que lo estábamos.

Sinónimos: No es mi tipo y además es un cretino integral.

7. No me pasa nada
¿Qué significa? Nos pasa todo pero estamos demasiado molestas como para apalabrar lo evidente.

¿Por qué usamos esta expresión? Para que espabiléis e indaguéis, no os quedéis con la primera respuesta de una mujer nunca.

Sinónimos:  No me encuentro bien, ahora no me apetece hablar

8. Haz lo que quieras
¿Qué significa? Si lo haces eres hombre muerto.

¿Por qué usamos esta expresión? Porque no queremos que parezca que decidimos por vosotros ni que os estamos controlando.

Sinónimos: ¿Al final vas a ir? Diviértete.

Las Frases Míticas De Las Mujeres Que Significan Todo Lo Contrario

La mente de las mujeres es algo impredecible. Hay veces en las que tu chica te dirá que algo es blanco, pero realmente para ella es negro, pero negro negro. Así que voy a solidarizarme con el género másculino y os voy  a dar una guía de las frases más utilizadas por las mujeres que deberían hacer que te cagues de miedo.

Tú estás pensando en irte con tus amigos por ahí el fin de semana y, claro, no vas a poder quedar con ella. Entonces ella te suelta la mítica: “Haz lo que quieras”. Tú pensarás, tengo la mejor novia del mundo, pero no, ese haz lo que quieras en realidad significa “Sabes que tus pelotas son mías, y como vayas y me dejes tirada el fin de semana vamos a tener movida”. Por tanto, ten claro que no vas a ir, y si vas prepárate para que tu móvil no deje de sonar.

Un día estás con tu chica en casa y recibes un whatsapp de una amiga (sí, los hombres también tenemos amigas); entonces, evidentemente, tu novia pregunta, y cuando le enseñas la foto dice: ¿Qué guapa no? Tiembla, amigo mío, porque aunque seáis amigos desde que erais pequeños, ese qué guapa en realidad significa: “Maldita zorra, más vale que no hables mucho con ella porque si no sí que la vas a tener, y bien gorda”. Además, cuando menos te lo esperes tu chica te preguntará si has vuelto a hablar con ella. Mi consejo: cuando estés con tu chica pon el móvil en silencio, así evitarás discusiones absurdas.

Aunque sabemos que cuando tienes novia tiendes a salir menos, habrá un día en el que te apetezca salir de marcha. Entonces se lo dirás a tu chica y ella te dirá: ¿Vas a salir? Ah, pásalo bien… ¿Vas a beber, no? Esto significa: “Vas a emborracharte como un cerdo y le vas a tirar la caña a toda la discoteca, ¿no?”  Tú no sabes ni cómo se liga en una discoteca, pero para ella eres como Dan Bilzerian en Las Vegas. Ante esta frase, dependerá de cada uno, si eres un calzonazos no saldrás, y si eres un valiente, diviértete, pero deja el móvil en el bolsillo, tú última conexión es motivo de discusión. Suerte.

Ellos Tienen El Complejo De Peter Pan Y Nosotras De Campanillas Salvadoras

Las mujeres siempre solemos saber el tipo de hombre que queremos. Otra cosa es que encontrarlo sea una tarea sencilla. Sin embargo, si tenemos tan claro nuestro prototipo, ¿por qué muchas veces acabamos saliendo con auténticas causas perdidas?

Los hombres (no todos) juegan todo el tiempo: salen contigo, y a la vez quedan con otras tías, te persiguen hasta que consiguen invitarte a cenar, ir a tu casa y en cuanto te echan un polvo, antes de que te despiertes ya se han ido de tu cama y de tu casa. Ese es un tipo de hombre que abunda entre nuestra generación. Lo peor de todo y lo que resulta incomprensible es que haya mujeres que se conformen con ellos.

Son estas mujeres las que eligen bajar sus estándares, las que ignoran todas las partes feas de sus parejas o de los tíos con los que salen acomodándose a alguien que realmente no es lo que buscan, que no les llega a la suela del zapato, alguien que nunca merecería ni una segunda oportunidad. Y, ¿por qué? Solo por no estar solas o por sentirse las salvadoras del Peter Pan, porque creen que sí, que podrás cambiarles.

¿Tan poco nos queremos como para hacer caso a la presión social que siempre ha tenido la mujer y por la cual se supone que debe encontrar pareja cuanto antes, casarse y formar una familia que acabamos saliendo con el primer individuo que nos hace un poco de caso? ¿O tan poco valoramos nuestro tiempo que nos dedicamos a rescatar a “niños” grandes que se niegan a crecer?

Merecemos mucho más.  Merecemos ese hombre que cumpla todas nuestras expectativas, y que lo haga desde el principio. Porque a veces nos engañamos pensando en que ese chico con el que salimos cambiará por nosotras. No importa la edad que tengamos, ya sean 16 o 22, no podemos evitar comportarnos como si nos creyésemos las salvadoras de las causas perdidas. Esa persona especial que con cariño, tiempo, comprensión y amor hará que él se dé cuenta de que tiene que cambiar, que tiene que madurar, que no puede seguir siendo un niño de casi treinta años.

Pero la triste verdad es que la gente no cambia por nadie, y que si algún día decide hacerlo, será por él y solo por él. No importa cuántos años tenga, sabe perfectamente lo que hace, que es un Peter Pan sin país de Nunca Jamás, pero le va bien así, con su sonrisa encantadora, su rollo bohemio y su irresponsabilidad.

Y él no es tu causa, no es la causa por la que debes luchar. No pierdas ni un segundo de tu tiempo, porque tú no tienes que salvar a nadie, solo a ti misma; salvarte a ti misma de relaciones tóxicas y de luchas innecesarias.

Fuimos El Amor Equivocado, En El Momento Perfecto

¿Cuántas veces has escuchado la frase “no estoy en un buen momento”? ¿Y cuántas has dicho tú “quizás más adelante, ahora no me siento preparada…”? Seguramente muchas. Por eso, cuando estamos conociendo a alguien y llega “la conversación” y aparece la palabra momento o algún derivado de ésta, sabemos, aunque nos duela, que estamos a punto de recibir la excusa más temida por hombres y mujeres, es la nueva forma de decir “no eres tú, soy yo”.

Que es una excusa es algo que está claro, pero el tema va más allá: ¿es una excusa verdadera? Es decir, ¿existe realmente el momento adecuado para algo cuando hablamos de amor? Es la eterna pregunta que nuestro peculiar cerebro crucigrama intenta descifrar, y aunque hay preguntas que no tienen respuesta, como a mi me va la aventura, intentaré daros una.

“Fue el amor perfecto en el momento equivocado”. Mítica frase que hemos utilizado todos y todas un sinfín de veces, tanto para nosotros mismos como para dar nombre a las historias de nuestros conocidos. En cambio, a mi me gusta más “fuimos el amor equivocado, en el momento perfecto” porque esta, a diferencia de la anterior tiene una explicación mucho más fácil y lógica, por lo que nos ahorraremos las comeduras de cabeza y los ataques sin piedad a la nevera.

La primera cosa que tenemos que tener clara es que somos una generación a la que no le va lo complicado, ya bastantes problemas tenemos en pensar en qué nos deparará el futuro como para encima meternos en líos amorosos, porque sí, el amor, a largo plazo, es igual a “parte de mi felicidad va a depender de otra persona” y eso nos asusta, a ti, a mí y al vecino de enfrente.

Vamos a ponernos en situación. Hace un tiempo que ha roto con su pareja, está empezando a disfrutar de la soltería, de sus amigos, familia, iniciándose en nuevos proyectos profesionales y personales…y de repente, se cruza en su camino una persona dispuesta a enamorarle y marcar un antes y un después en su vida. Pero su vida le gusta tal y como es y tiene claro que nadie, absolutamente nadie, va a cambiar eso, ni a su vida ni a él. Las primeras semanas cuando estás en el momento álgido de la ilusión y la idealización no se piensa, solo se siente y te dejas llevar por las sensaciones. El problema aparece cuando empieza a sentir (y tú empiezas a notar) que lo que una vez fue una motivación para despertarse sin alarmas dispuesto a comerse el mundo, ahora empieza a convertirse en una carga, porque sin motivo ningún aparente esa ilusión que le impedía ver más allá, se ha quedado en el camino. No busques una explicación, lo bonito de los sentimientos es que no la tienen. Al grano. No está enamorado ni predispuesto a estarlo y cuando no hay amor, nunca es ni será el momento adecuado, por lo tanto, primera conclusión, no existe el amor perfecto en el momento equivocado.

¿Entonces el problema cuál es? ¿Yo? Ni tú eres el problema ni lo es él o ella, el problema sois los dos. Tú tienes ganas de enamorarte y él no las tiene, tú tienes predisposición para tirarte a la piscina aunque no sepas si podrás nadar, y él ni siquiera tiene intención de ponerse el bañador, y el motivo no importa, es así y punto. Y es que quizás, es el momento perfecto para que sea así, todo pasa por algo; hay personas que se conocen en el “momento equivocado” para más adelante reencontrarse en el momento perfecto, y hay amores equivocados que llegan en el momento perfecto para darte una lección de vida y es entonces cuando comprendes que cada persona llega justo en el momento que tiene que llegar. En el momento idóneo para empezar de nuevo o cerrar el libro y darte cuenta de que necesitas leer otro género; en el momento perfecto para aprender algo, para hacerte más fuerte, para crecer; en el momento clave para conocerte un poco más, porque al fin y al cabo, el único, la única que importa, eres tú.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Solo A Un Loco Se Le Puede Ocurrir

“La imaginación es más importante que el conocimiento” dijo un loco en algún momento. Sí, Albert Einstein era un loco que se atrevió a imaginar, tanto que hoy por hoy no pocos lo llamamos genio.

La genialidad no viene siempre de la mano del conocimiento, no trae siempre una base teórica, sino ese delirante placer por inventar. Sería difícil calcular la cantidad de cosas que pensamos en nuestra vida para no decir que “imposible”, porque seguro que algún otro inadaptado se atreve a contar sus propios pensamientos. Pero lo que sí es cierto es que mucho de lo que pensamos lo consideramos estupideces y lo mandamos a la basura. En La era de hielo 4, uno de los personajes pregunta a otros dos ¿cómo pueden ser tan felices si parece ser el fin del mundo? Y estos revelan su secreto al responder: “somos muy, muy estúpidos”.

¿Estúpidos para qué?

Para creer que eso que se imaginan es posible, para tener la ilusión de que aquello que se les ocurre se puede hacer realidad; para atreverse a admitir que no le pondrán freno a las ideas que nacen en sus mentes y decir: lo voy a intentar. Cuando a Walt Disney se le ocurrió que “si puedes soñarlo puedes hacerlo” no era precisamente porque no tuviese nada en qué pensar, sino porque estaba pensando en muchas cosas y las quería hacer realidad. Él no se detuvo cuando otros le dijeron que “sonaba ridículo”, ni siquiera lo consideró y hoy por hoy a todos nos brillan los ojos al ver las maravillas con las que él soñó.

La imaginación es sin duda un tipo de viaje y una gran aventura, que comienza y termina en la locura. No importa dónde estemos ni qué rayos estemos haciendo; si nuestras mentes se endulzan, comienza una experiencia como ninguna. Creemos que todo es posibles y confiamos en que lo podemos lograr; y esa siempre es la base para atreverse a probar. Podrán encadenarnos y podrán taparnos la boca, pero nuestra mente seguirá siendo libre aunque otros nos llamen idiotas.

No te detengas y nunca dejes de soñar, porque aquellos que estamos suficientemente locos para querer cambiar el mundo somos los únicos que lo podemos lograr.

Bendito Caos: Por Qué Las Personas Desordenadas Son Más Creativas Y Eficientes

¿Te reñían constantemente de pequeño (y ahora) por tener tu habitación desordenada? ¿Eras el típico chico o chica con los apuntes más desastrosos de toda la clase, incapaz de entender cómo los empollones conseguían tenerlos impolutos y perfectos? ¿Eres caótico por naturaleza y sientes que, por más que lo intentes, no podrás cambiar nunca?

Si has respondido que sí a estas preguntas, sigue leyendo porque esto realmente te interesa.

Existen muchas ideas preconcebidas sobre las personas desordenadas; alguna malas, como que son incapaces de organizar su propia vida y que son emocionalmente inestables. Otras buenas, entre las que destaca que una personalidad caótica es sinónimo de una mayor creatividad e inteligencia. Pues bien, parece ser que este último mito se ha demostrado científicamente.

El psicológico y científico Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota, se disponía a demostrar que la leyenda urbana de los desordenados creativos era falsa, y estudió la relación que había entre algunas personas y cómo de ordenadas estaban sus habitaciones. Finalmente vio que se equivocaba.

Descubrió que las habitaciones híper mega ordenadas pertenecían a personas con un pensamiento más racional, y aquellas donde reinaba el más absoluto caos eran de personas con un “pensamiento creativo”.

Según el estudio de Vohs, el pensamiento creativo es propio de personas que piensan fuera de las normas comunes. Siempre alejadas de lo convencional. Lo que para una persona ordenada sería una auténtica barbaridad, como dejar en el suelo la ropa limpia que se pondrá mañana, para alguien caótico el suelo es el mejor sitio para tal propósito. Se trataría de una especie de caos totalmente controlado.

Y eso convierte a las personas desordenadas en ganadores potenciales. Su pensamiento fuera de lo que se consideran las líneas racionales les proporciona una capacidad especial para afrontar problemas. Son capaces de encontrar soluciones que a nadie más se le ocurrirían. Y del orden, ya se ocupará otro.

Y por supuesto, la creatividad es un valor muy cotizado en las empresas. Nadie podría pensar que tu jefe te vaya a reñir por tener tu escritorio manga por hombro (como hacían tus padres cuando eras pequeño) mientras tu creatividad ayude a mejorar los números.

Así que si eres desordenado, ¡siéntete muy orgulloso! Muchos son los genios que se han caracterizado por no ser capaces de encontrar el orden, el equilibrio, y sin embargo haber brillado con luz propia por encima de cualquier otro. El caso típico de genio desordenado en el que muchos pensaréis es el del físico Albert Einstein. Un hombre de aspecto desaliñado, que reconocía no ser capaz de ordenar su escritorio y que de niño fue considerado un mal estudiante. Sin embargo, ¿alguien puede discutir que su mente fue una de las más brillantes del siglo pasado?

Sin embargo, no se debe confundir el desorden “natural” de una persona con la simple vagancia o la dejadez. Tener tu cuarto inundado de porquería y trastos viejos no significa siempre que seas un genio: tal vez necesitas limpiar un poco (por no decir que quizás seas algo guarro).

Y es que no hay nada que pueda afectar más a tu rendimiento que un lugar de trabajo excesivamente desordenado, a no ser que esto forme parte de tu personalidad, de tu modo de funcionar. Si crees que el desorden te influye negativamente, te toca arremangarte y hacer limpieza.

Tú te conoces mejor que nadie, así que… ¿vas a dejar la ropa limpia en el suelo o la guardarás finalmente en el cajón?

La Fama, ¿El Camino Hacia La Muerte? Talento, Depresión Y Adicciones, La Espiral Del Suicidio

¿Por qué la gente creativa tiende a suicidarse? ¿Es la fama la que acaba destruyendo al artista? Robin Williams no estaba solo: Jim Carrey, Catherine Zeta-Jones o Mel Gibson reconocieron recientemente que sufren depresión, ya sea asociada o no al consumo de drogas y alcohol.

Muchos son los que convirtieron su nombre en mito de forma prematura: Marilyn Monroe, Kurt Cobain, Amy Winehouse… Y otros muchos los que lo intentaron:  Katy Perry, Angelina Jolie, Natalie Portman… Listas interminables de gente insatisfecha buscando la felicidad que el dinero y la fama no les dan. La presión constante y el miedo al fracaso y al olvido provoca en muchos casos que pierdan el control de sí mismos. Y eso ocurre en muchos de los artistas.

Para el doctor Michel Reynaud, jefe del departamento de psiquiatría y adicciones del hospital Paul Brousse (Villejuif, París), existe un vínculo directo entre talento creativo, depresión y adicciones. “Los artistas son a menudo gente más sensible, que siente más fuerte las emociones. Eso genera escritores, poetas, músicos, actores de gran calidad, pero detrás hay a menudo personas ansiosas, deprimidas, angustiadas o bipolares”, afirma. Esa sensibilidad que los hace especiales es la misma que les complica el camino y los lleva a matarse. Vivos o no, admiro a toda esa gente sensible y creativa, a todos esos genios y artistas, seres sensibles a menudo incomprendidos a los que su obra mantendrá siempre vivos. 

¿Más Me Prohíbes? Más Me Rebelo

Prohibido prohibir rezaba un eslogan en 1968 que popularizó la idea de que cualquier autoridad era sospechosa. Hoy día parece que un borrador mágico eliminó para siempre la segunda parte dejándonos solo el amargo: Prohibido.

Mileniales, no podemos hablar de libertad entre tantas restricciones. Tenemos derecho a defendernos pero no podemos portar libremente un arma. Tenemos libertad de hacer con nuestras vidas lo que nos dé la gana pero no podemos consumir marihuana. Como ellas, existen miles, millones de restricciones que han sido impuestas sobre nuestra vida y que hoy día ponen en riesgo la libertad de pensamiento, la libertad de acción y la libertad de expresión.

¿Cómo ha sido posible esto?

El poder de las ideas es el responsable. Una pistola por sí sola no puede matar si alguien no la dispara. Las drogas no son malas por sí solas si alguien no las consume hasta la muerte o lo hace para cometer delitos. Todo gira en torno a la responsabilidad de quién manipula los recursos.

¿Qué pasará eventualmente si yo ando por la vida afirmando que las pistolas matan y las drogas son malas?

Le estoy dando razones al poder para que prohíba. Lo más grave de todo es que lo hará bajo mi consentimiento, y ya muchos ejemplos tenemos de lo que sucede cuando damos más poder al poder: más duro nos van a venir a joder.

¿Qué debemos defender los mileniales?

Nuestra libertad de ser responsables. Si quiero proteger mi vida, ¿por qué portar un arma es delito? Si quiero hacer con mi vida lo que desee, ¿por qué consumir marihuana está prohibido?

¿Acaso no han muerto más cantidad de personas producto del cáncer de pulmón que produce legalmente el cigarrillo y de los genocidios perpetrados desde el poder con licencia para matar inocentes?

Mileniales, tras 46 años, es urgente desempolvar el eslogan y gritarle al poder: ¡Prohibido prohibir!

La Educación Que Nunca Te Explicaron: Sal De Esa Prisión Intelectual

Libros y más libros. Fórmulas, repeticiones. Sobre todo, repeticiones. Estamos aprisionados, intelectualmente hablando. Desde que entramos en la escuela, estamos programados para producir y socializarnos, y no para potenciar nuestra creatividad. Así lo afirma Claudio Naranjo, discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX, y la viva imagen de Jean-Jacques Rousseau. Así, el colegio se convierte en una especie de engranaje donde el tiempo y la cantidad son más importantes que la inspiración, la reflexión y la calidad. La educación occidental nos pone de cara a la pared y debemos revelarnos. “La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos” y escapar de la domesticación.

Cuando una persona alcanza la edad adulta, muchas veces entra en crisis al toparse siempre contra el mismo muro: la necesidad de escoger. La comodidad en la que se ha acostado la mayor parte de la sociedad de esta parte del globo terráqueo se traduce en crisis existenciales. ¿Quién no ha sentido alguna vez esa angustia?

Por eso, en Código Nuevo hemos querido hacer una pequeña aproximación al problema. El dilema es el sentido de la vida. ¿Cuál es? ¿Dónde está? Y todo ese tipo de preguntas que necesitamos respondernos. Partimos de la base de que muchas de ellas no tienen una contestación definitiva, ya que, aunque creamos que sí, siempre podemos reinventar y mejorar nuestra historia. Pero, ¿cómo podemos llegar a esta conclusión si, desde la base, no existe una motivación para devolverle a la persona su libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos?

Si te rugen las tripas… haz caso al instinto
No es tan difícil. Para Claudio Naranjo, existen tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). “Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido”. Aunque nos creamos que la nuestra es la sociedad civilizada, es la enferma. Que no os roben vuestro tiempo, ni vuestra consciencia… ni mucho menos vuestra vida. Vosotros sois los dueños y señores de vuestro camino, los culpables, los responsables, según la situación. Mileniales, no debemos olvidar la importancia del diálogo interno, practicado en todas las tradiciones espirituales. Con esto, unas dosis de silencio y recuperando la belleza, “la capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción”, como explica Naranjo, os sentiréis preparados para quitaros el bozal y liberaros de las cuerdas que os atan y os asfixian.

¿Listos?

¿Ser Obediente? Eso Es Cosa De Perros

Desde muy chamos nos bombardean con los supuestos “deberes” que tenemos para con la sociedad y el “debes ser obediente” es uno de ellos. En algunos casos, dada la ignorancia de quien hace la exigencia lo que esa persona está queriendo decir es que “seas disciplinado”. Pero en la mayoría de los casos sí, hablan en serio y quieren nuestra obediencia.

¿Obediencia para qué?

Para que no pensemos por nosotros mismos, para que no juzguemos y seamos meras manadas empujadas hacia el precipicio que otros decidan. Obediencia para que seamos el medio para los fines de otros y que nos utilicen a su antojo y para los propósitos que ellos tengan.

Incluso cuando son mamá y papá quienes exigen nuestra obediencia debemos decirles: ¡Ser obediente no me da la gana, yo no soy un perro! Pues es una realidad que lo que aprendemos en casa lo practicamos en la calle. Mucho se jactan quienes hablan de educación que la misma comienza desde la casa y tomándoles la palabra ¿Cómo vamos a permitir que lo malo sea aprendido desde nuestro propio hogar?

Obedecer significa: subordinar nuestra voluntad a una autoridad. Cuando aprendemos eso desde chamos sin cuestionar la clase de autoridad que merece nuestro respeto nos convertimos en borregos de otros, como si fuésemos simples milicianos que acatamos órdenes sin chistar.

La única autoridad en nuestra juventud debe ser el descubrir nuestra pasión, el practicar todo aquello que nos interese con el único afán de dar en el clavo sobre aquello a lo que nos dedicaremos, con lo que nos ganaremos la vida. Nuestra voluntad debe estar en sintonía con las necesidades de nuestra etapa en la vida y comportarnos como mascotas en nuestra juventud NO TIENE nada que ver con nuestra pasión. Respetar a los padres es una cosa, hacer todo lo que ellos quieran y esperan es otra muy diferente y contra la cual tenemos que luchar, por la salud de nuestra libertad.

¿Vamos a desperdiciar nuestra juventud permitiendo que otro nos saque a pasear, nos ponga de comer y nos mande a sentar?

Solo Es Mi Amigo… ¡Con Derecho!

Dijo Woody Allen: “El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas”.

Queridos amigos (sin derecho, ¿eh?): hoy vamos a reflexionar sobre este paradigma de las relaciones mileniales, sobre este “regalo” o esta “desgracia”, según quién te lo cuente… o, como lo definiría la propia Wikipedia: Hoy vamos a hablar de los “amigovios, amigos con derecho a roce, garchamigos o follamigos.”

Si. Todos sabemos de qué se trata. Algunos hasta podemos ejemplificarlo. Pero, ¿por qué esta tendencia?

La generación milenial goza de un escandaloso amor por la libertad, por su independencia. Chicos y chicas somos iguales y hacemos lo que queremos. Atrás quedaron ya las relaciones de “mi novio de toda la vida” (obviamente hay excepciones…y ¡menos mal!).

Pero, para la mayoría milenial, el amor verdadero, si llega, que llegue sin prisas.

Gracias a las posibilidades de sexo seguro y a la modernización de la sociedad, ahora los jóvenes vivimos nuestra sexualidad de una manera menos reprimida, sin sentir vergüenza por ello.

Y… ¡Con quién mejor que con un amigo!

La escritora argentina Verónica Malamfant hace buen elogio de esta tendencia en su libro ADR Amigos con derecho a roce. Manual de abusos y costumbres: “Los ADR son como la sal de la vida, son como ese niñito con alas traviesas que siempre nos recuerda que seguimos siendo jóvenes, eternos jóvenes, para nunca bajar a las realidades crueles con la que nos enfrenta la vida”

Un amigo te conoce bien, con un amigo te diviertes siempre, no tenemos que disfrazar nuestros “fallitos” y nos mostramos tal y como somos. El uso y disfrute de este tipo de relaciones está aceptado hasta tal punto de aparecer incluso en la Wikipedia: “La amistad con derecho a roce es una relación de pareja que intenta combinar la vinculación afectiva, los comportamientos y actitudes típicos de una amistad, con la posibilidad de mantener relaciones íntimas.”

Eso sí, hay dos reglas básicas que debes cumplir para elegir a tu ADR:

1. Escoger un ADR que no tenga pareja actualmente. Parece obvio, pero los seres humanos tenemos la capacidad del “ojo clínico”. Esta capacidad consiste en elegir siempre la opción mas difícil. Así que, recuerda que una amistad con derecho durará siempre y cuando los dos ADR estén libres. Sino, todo se complicará.
2. Los dos ADR tienen que estar seguros de estar jugando al mismo juego y de que ambos son eso, amigos. A los amigos hay que cuidarlos, y, en el momento en el que parezca que uno de los dos no lo está pasando tan bien como el otro, ya no es divertido.
Si esto se cumple, ya tenemos todo lo necesario para disfrutar de una buena relación ADR. Para despedirme, lo hago con una frase del libro que Verónica Malamfant: “Sea como fuere traen menos problemas y hacen disfrutar mucho más de la vida, no traen arrugas ni generan miedo. Al contrario se podría asegurar sin lugar a equivocación que llegarían a curar viejos traumas del pasado, porque nos animan a liberarnos a ser quienes somos en realidad,”

¡A disfrutar!

La Maldita Costumbre Acaba Con Nuestras Vidas

¿Alguna vez te has sentido como si cada día fuera un deja vu: haces lo mismo, quieras o no? ¿Sientes un aburrimiento desgarrador en las mañanas al tener que levantarte a realizar las mismas tareas una y otra vez? ¿Quisieras chasquear tus dedos y desaparecer? ¿No soportas tener que rendirle cuentas siempre a los demás, como si tú fueras un esclavo quien debe hacer lo que otros desean y no lo que tu propia libertad te exige? ¡Bien! ¡Tenemos un problema! Ese aniquilador de vidas se llama costumbre. Alguien alguna vez escribió:

“La costumbre es la más infame de las enfermedades porque te hace aceptar cualquier desgracia, cualquier dolor, cualquier muerte. Por costumbre se vive con personas odiosas, se aprende a llevar cadenas, a padecer injusticias y a sufrir”
La verdad muchas veces duele, pero el acostumbrarse a llevar un estilo de vida precario, eso es la muerte misma. ¿Te equivocaste y estás junto a una persona a la cual no le importas ni se preocupa si siquiera un poco por ti? ¡Rompe las cadenas de tu esclavitud! Aléjate y busca a alguien más: imposible que entre mil millones de seres humanos no haya alguien cientos de veces mejor. ¿Estás que matas a tu jefe porque odias tu trabajo? ¡No lo hagas! Simplemente vete. Hay muchos lugares donde en verdad sí te valorarían. ¿Detestas la maldita rutina y su terrible facilidad de estancarnos y acabar con nuestro semblante como si estuviéramos ejerciendo una huelga de hambre? Busca nuevas y divertidas opciones. El hecho de amanecer cada día abre la entrada a un laberinto: demasiados caminos, unos llevan a cosas espectaculares, y otros, aunque no conduzcan a ningún lado, dejan valiosas lecciones. Cuanto más estés en ese laberinto, mejor te conocerás y poco a poco irás encontrando la salida hacia el éxito y la felicidad.

“La costumbre es el más despiadado de los venenos porque penetra en nosotros lenta y silenciosamente”
Así es. Si uno no hace nada para frenar ese veneno, será demasiado tarde. No esperes ni un minuto más pensando: “después de este trabajo, me dedicaré a lo que me gusta”, “le voy a dar otra oportunidad porque me prometió que cambiará”, “no tengo otra opción diferente a llevar esta vida. Fue la que me tocó”. ¡Despierta de una vez! Tú eres el edificador de tu vida. Nadie la elige por ti. Es tu decisión. Quejándote no vas a transformar tu realidad, sino vas a gastar energías innecesariamente. Si quieres seguir viviendo bajo el yugo de la maldita costumbre, es tu elección. ¡No culpes a otros por tu decisión…! Siempre hay una mejor opción, ¡actuar ahora!