domingo, 8 de noviembre de 2015

Ginecólogo profesional

Un respetable ginecólogo está paseando por la calle con su
esposa.
Al lado de ellos pasa una muchacha joven, sensual, minifalda, mucho maquillaje y saluda al doctor con cariño:
- ¡Hola, mi amor!
El doctor le dice a su esposa:
- No pienses nada raro. La conozco por el lado estrictamente profesional.
- Y pregunta la esposa:
- ¿El lado profesional tuyo o el de ella?

Ruidosos

Un viajante llegó a su casa después de haber pasado toda una semana de viaje.
- ¡María! Vengo que no me aguanto, ve quitándote la ropa que te voy a hacer el amor como nunca.
Entraron en la habitación, se metieron en la cama e hicieron el amor de manera salvaje, brutal, escandalosa.
Fue tal el ajetreo y el ruido de la cama contra la pared, que al poco de empezar escucharon unos golpes al otro lado de la pared, acompañados por las voces del vecino:
- Ya está bien, ¡toda la semana igual, ya basta!

Cena de superlujo

Restaurante de lujo. Tío bien vestido con una tía impresionante al lado.
- ¿Qué tomarán los señores?.
A mí me pone la langosta más grande que tenga y un cava Juve y Camps reserva de la Familia.
- Sí, señor, ¿y a su mujer qué le pongo?
- Póngale un fax y dígale que me lo estoy pasando en grande.

Pollo con curry

- ¿Te gusta el pollo?
- .... No
- ¿Y el curry?
- Pues... tampoco
- Entonces no te gustará lo que he hecho.
-¿Pollo al curry?
- No, me he acostado con tu mujer.

Lepe a examen

Llega uno de Lepe a una empresa a pedir trabajo y lo pasan al Dpto. de Recursos Humanos. Allí le indican que van a comenzar por hacerle algunas preguntas para evaluar sus conocimientos.
El examinador comienza:
- Explíqueme brevemente que son los rayos catódicos.
El Lepero piensa por unos segundos y contesta:
- Los rayos catódicos son Isabel y Fernando.
El examinador queda estupefacto y le pregunta:
- Entonces, si Isabel y Fernando son los "rayos catódicos", ¿quiénes son los reyes católicos?
El Lepero contesta rápidamente:
- Pues Melchor, Gaspar y Baltasar.
- ¡¡¡Ah!!! El examinador no podía contenerse ya, pero para rematar le hace una última pregunta:
- Y si Melchor, Gaspar y Baltasar son los "reyes católicos", quiénes son los reyes magos?
El Lepero, un poco extrañado por la pregunta le dice:
- En serio, ¿no sabe quiénes son los reyes magos?
El examinador niega con la cabeza. Entonces se le acerca y le dice al oído en voz baja:
- Los reyes magos son los padres...

Cena en el cielo

Un tío que está en el cielo le pregunta a San Pedro:
- San Pedro, ¿qué hay hoy de cenar?
- Una loncha de jamón york y un yogur.
- Pero cómo va a ser eso -dice el tío- si noto yo por aquí un olorcillo muy rico...
- Pues aquí no es -replica San Pedro- será en el infierno o en el purgatorio, porque hoy de cenar hay una loncha de jamón york y un yogur.
El tío se baja al infierno y ve que se han montado un pedazo de barbacoa; se pasa de vuelta por el purgatorio y ve que se están tomando unas cervecitas mientras se preparan una paella. Cabreado, tira para el cielo y le dice a San Pedro:
- San Pedro, vaya tela, en el infierno una barbacoa, en el purgatorio, una paella que no veas, y aquí, en el cielo, una mierda de loncha de jamón york y un yogur, anda tío, enróllate, haz una cena en condiciones.
- ¡Que no!
- ¡Venga ya hombre!
- ¡Que no leches!, que para cuatro que somos no me pongo yo a guisar.

Naranjas amargas

El gitano en paro, roba naranjas para venderlas por la calle como “guachintonas” sin saber que eran amargas.
Todos los días cambiaba de sitio para que no le pillaran.
Un día se pone a pregonar: “Naranjas guachintonas mu ricas. ¿Quién quiere naranjas guachin? Baratas, a un euro los tres kilos. Vamos, que me las quitan
de las manos.
A esto que pasa un señor con su hijo y le pregunta al gitano: ¿Están buenas las naranjas?
“Güenísimas, super durses”, contesta el gitano.
Pues dele a probar a mi hijo a ver qué tal.
El hijo prueba un gajo y le dice al gitano:
“¡Me cago en...!”, cayéndole dos lagrimones como dos sartenes.
El gitano le dice al padre: “Es delicaillo er niño, ¿no?”.
Y contesta el padre: “¿Delicaillo?,... si era mudo.

Batallitas del jubilado

Un jubilado comenta:
La gente que todavía trabaja me pregunta a menudo que qué hago diariamente, ahora que estoy retirado...
Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro y entré en Correos a recoger un paquete que me había llegado, sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
Cuando salí y llegué al coche que estaba en la puerta, un Policía Local estaba rellenando una multa por estacionamiento prohibido.
Rápidamente me acerqué a él y le dije:
- ¡Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos...! Dios le recompensaría si hiciera un pequeño gesto para con los jubilados...
Me ignoró olímpicamente y continuó llenando la infracción.
La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenía vergüenza. Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además, el vehículo no traía yo no sé qué calcomanía de la ITV. Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba tratando con un capullo, y que cómo le habían dejado entrar en la Policía...
Él acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó con una tercera.
No me achiqué y estuve así durante unos 20 minutos llamándole de todo.
Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza...
Después de la enésima infracción... le dije: 
- Lo siento. Lo tengo que dejar, porque... ¡Ahí viene mi autobús!
Y es que desde mi jubilación, ensayo cada día cómo divertirme un poco. Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme.