Acéptalo, eres diferente: haces todas tus tareas, tomas apuntes en las clases y sabes todas las respuestas, aunque eres demasiado tímido para levantar la mano, eres un “cerebrito”. O quizá eres la hermosa rubia con el uniforme de porrista a quien nadie quiere escuchar porque seguro que no dirá nada inteligente; y es que “las rubias son tontas”. Eres el enano, la gorda, la fea, el virgen que camina apurado por los pasillos con la cabeza baja deseando no ser notado.
Seguramente las cicatrices en tu carácter son secuelas de todas las batallas contra el bullying que no has logrado ganar, pues las peores guerras detonan en tu cabeza, en donde intentas vencer todos los fantasmas que la sociedad ha infiltrado directo a tu autoestima. Al fin y al cabo, no hay enemigo más grande que la sociedad, implacable genocida de todo el que se atreva a ser diferente.
La sociedad siempre va a estar ahí con sus reglas que debes seguir, sus patrones en los que debes encajar, dispuesta a aplastar cualquier demostración de divergencia que haga temblar sus endebles bases de intolerancia. Pero como diría la famosa Pink en una de sus canciones: “levanta tu copa si estás equivocado en todas las formas correctas”, y es que nosotros, los inadaptados, siempre estaremos ahí también. Siempre seremos la excepción a la regla, los que sobresalen, los irreverentes que se rehúsan a ser como el resto, los extraordinarios que nunca podrían camuflarse entre lo común y lo cotidiano. Siempre estaremos ahí, simbolizando todo lo que los demás no pueden ser, viviendo en un mundo que el sistema no puede controlar y que hasta ahora no ha podido destruir.
Acepta quién eres, esas “imperfecciones” que los demás señalan en ti no son más que matices que te hacen resaltar en este mundo de grises. Levanta tu copa y brinda por ti, la razón por la que no encajas en ningún lado y no logras ser igual que los demás es porque eres ÚNICO.
“Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A las fichas redondas en los huecos cuadrados. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas”- Steve Jobs