domingo, 25 de enero de 2015

Hay Que Entender Que Ser El Bicho Raro Acaba Haciéndote Único En Tu Especie

Acéptalo, eres diferente: haces todas tus tareas, tomas apuntes en las clases y sabes todas las respuestas, aunque eres demasiado tímido para levantar la mano, eres un “cerebrito”. O quizá eres la hermosa rubia con el uniforme de porrista a quien nadie quiere escuchar porque seguro que no dirá nada inteligente; y es que “las rubias son tontas”. Eres el enano, la gorda, la fea, el virgen que camina apurado por los pasillos con la cabeza baja deseando no ser notado.

Seguramente las cicatrices en tu carácter son secuelas de todas las batallas contra el bullying que no has logrado ganar, pues las peores guerras detonan en tu cabeza, en donde intentas vencer todos los fantasmas que la sociedad ha infiltrado directo a tu autoestima. Al fin y al cabo, no hay enemigo más grande que la sociedad, implacable genocida de todo el que se atreva a ser diferente.

La sociedad siempre va a estar ahí con sus reglas que debes seguir, sus patrones en los que debes encajar, dispuesta a aplastar cualquier demostración de divergencia que haga temblar sus endebles bases de intolerancia. Pero como diría la famosa Pink en una de sus canciones: “levanta tu copa si estás equivocado en todas las formas correctas”, y es que nosotros, los inadaptados, siempre estaremos ahí también. Siempre seremos la excepción a la regla, los que sobresalen, los irreverentes que se rehúsan a ser como el resto, los extraordinarios que nunca podrían camuflarse entre lo común y lo cotidiano. Siempre estaremos ahí, simbolizando todo lo que los demás no pueden ser, viviendo en un mundo que el sistema no puede controlar y que hasta ahora no ha podido destruir.

Acepta quién eres, esas “imperfecciones” que los demás señalan en ti no son más que matices que te hacen resaltar en este mundo de grises. Levanta tu copa y brinda por ti, la razón por la que no encajas en ningún lado y no logras ser igual que los demás es porque eres ÚNICO.

“Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A las fichas redondas en los huecos cuadrados. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas”- Steve Jobs

Karma Lifestyle: La Vida Es Como Un 69, Recibes Lo Que Das

El karma dijo: cuando fuiste martillo no tuviste clemencia; ahora que eres yunque, ten paciencia. Es un hecho que lo que das en esta vida se te será devuelto y justo a eso es a lo que llamamos karma. La ley de causa y efecto, el implacable castigo autoimpuesto, esos oscuros capítulos de nuestra historia que nosotros mismos escribimos.

Sabes que te ha llegado el momento de pagar la cuenta cuando te encuentras cara a cara con el daño que en el pasado tú mismo infligiste. Ese amigo del que tanto habla tu novia, esa llamada que tu pareja no quiere atender frente a ti, esas miradas furtivas que se escurren cuando creen que nadie más los ve, esa excusa que no es del todo convincente y que conoces a la perfección porque antes eras tú quien escondía una aventura. Quizá vendrá de la mano de esa persona a la que todos llamarán “la horma de tu zapato”, habrá llegado a tu vida para darte una cucharada de tu propio chocolate, sus ojos reflejarán todo lo que tú una vez fuiste y entonces aprenderás que el que la hace riendo la paga llorando.

La duda es si te darás cuenta de que estás viviendo justo lo que mereces y aprenderás que si escupes para arriba, en la cara te puede caer. Así que cuando la vida te golpee con el mismo guante con el que golpeaste a otros, no llores preguntándote: ¿porqué a mi? Mejor hazte un favor, acepta que fue el karma y aprende de los errores.

Nunca olvides que la vida es como el 69, recibes de lo que das, así que lo mejor que puedes hacer es el bien sin mirar a quién y mejor piensa dos veces antes de actuar, porque si haces mal, tarde o temprano el karma te aplastará.

5 Actitudes Que Las Mujeres Deberían Copiar De Los Hombres

Es verdad que las mujeres solemos ser más decididas que los hombres, siempre y cuando no se trate de vivir en la soltería. Mientras los hombres la disfrutan al máximo y la defienden cual espartano si alguien intenta arrebatársela, las mujeres la llamamos “soledad” y la acompañamos con lágrimas y litros de helado de chocolate. Así que apaga esa película romántica que te hace suspirar como tonta y aprende a disfrutar tu soltería siguiendo el ejemplo de los expertos en vivir sin compromisos.

1. La soltería no es soledad, es libertad
Los hombres ven la soltería como ese gran respiro que tanto merecían, se sienten libres de las ataduras y los problemas de una relación, y se dedican a vivir todas esas aventuras que la vida en pareja prohíbe: no tener que estar pendiente del móvil cada cinco minutos ni decir que pasarán el sábado durmiendo para, de un momento a otro, cambiar de plan y terminar en la playa con sus amigos. Y es que en la soltería encontramos las vacaciones perfectas lejos de todos los males del amor.

 2. La mejor compañía es la de una mismo
Mientras las chicas perdemos el tiempo viendo películas románticas de historias que desearíamos que nos pasaran pronto y suspirando como tontas, los hombres salen a hacer deportes, van a fiestas, toman cerveza con sus amigos, dando la imagen de que la única persona que necesitan es a ellos mismos. Así que en vez de quedarte en casa suspirando por alguien que no está, sal a la calle y disfruta al máximo porque, al final, no hay mejor compañía que tú misma.

 3. Deja que todo fluya
Las mujeres que esperamos encontrar a nuestra próxima pareja en el momento en que un chico se nos acerca, solo para terminar en una lista de decepciones e intentos fallidos, deberíamos dejar de hacer el papel de desesperadas y mejor actuar como si no hubiera apuro por dejar la soltería atrás. Coquetear siempre es divertido, y puede ser que termine en una cita casual o en una nueva historia de amor; tú solo deja que pase lo que tenga que pasar, que igual tendrás cena y copas gratis.

 4. Primero tú, segundo tú y tercero tú
Se egoísta. No te pases esta etapa esperando a que alguien decida verte y fijarse en ti, o que el chico con el que sales sí quiera tener algo serio, o que los hombres de ahora dejen el miedo al compromiso y tengas más oportunidades. La soltería es para que te importes solo tú, así que no le hagas caso a los que no se fijaron en ti, a los indecisos o los cobardes, vive el aquí y el ahora y no tengas tiempo para nadie más que no seas tú.

 5. Nada de ser una solterona con gatos
Es un mal de la sociedad que los hombres solteros sean vistos como los más felices e independientes y, en cambio, las mujeres sin pareja sean consideradas solteronas que coleccionan gatos; así que no dejes que comentarios impertinentes y miradas de compasión te desanimen. Si alguien te pregunta si te quedarás para vestir santos, di que estando soltera te divertirás tanto que los santos se taparán los ojos para no ver.

Errar Es Tan Humano Como Perdonar: Olvida El Pasado De Una Vez

En la lengua inglesa, las palabras “perdonar” y “olvidar” son prácticamente idénticas (forgive y forget), lo que tiene bastante sentido, ¿no os parece? Al perdonar, olvidamos la ofensa y, con ella, el dolor y la vergüenza. No se trata de barrer el pasado bajo la alfombra, sino de impedir que los recuerdos te encadenen.

Como escribió una vez Jorge Manrique, “cualquiera tiempo pasado fue mejor”. Los seres humanos tendemos a idealizar el pasado, como si se tratase de una época dorada de esplendor y gloria. Cuando la realidad del presente nos golpea o la incertidumbre del futuro nos atormenta, el pasado se convierte en nuestro refugio.

Por desgracia, el consuelo del pasado es solo una ilusión. Lo que ha sucedido no volverá a ocurrir; y lo que está roto, nunca volverá a ser igual, por más que intentemos repararlo. Algunos no lo aceptan nunca y se olvidan de vivir. Otros, por el contrario, deciden huir.

Hace poco, hablábamos de la influencia de Disney en la generación milenial. Soy admirador de Walt hasta la médula y, a propósito de este asunto, hay una escena del Rey León que, sencillamente, me impactó:

Como le enseña el bueno de Rafiki a Simba, el pasado no se puede cambiar, pero se debe aprender de él.

¿Conocéis aquello de que el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra? Resulta curioso lo rápido que olvidamos los errores y la facilidad con la que recordamos el dolor. A esto último es a lo que nos referimos cuando hablamos de olvidar el pasado: a perdonarnos nuestros errores y seguir adelante.

Nunca recuperarás esa amistad perdida. O ese amor roto. La oportunidad que tenías de encontrar el trabajo de tus sueños se esfumó, igual que la ocasión de estudiar lo que de verdad te gustaba. Lo hecho, hecho está, pero habrá otras amistades. Encontrarás otro amor. Tendrás una nueva oportunidad y la ocasión perfecta saldrá a tu encuentro otra vez. El caso es que todo esto pasará desapercibido hasta que abandones el pasado, hasta que perdones las deudas y te olvides de tus fantasmas.

Solo entonces podrás dejar el pasado atrás. Los recuerdos siempre estarán ahí, buenos y malos; pero está bien que sea así porque somos nuestro pasado. Las cicatrices, los fracasos y las derrotas forman parte de nosotros: crecemos y aprendemos gracias a ellos.

Consejo milenial: piensa en el pasado como un maestro y no un escondite.