miércoles, 7 de diciembre de 2016

En la academia de cadetes de la Policía …

Un militar que vuelve a su país….


Un día se mueren tres amigos …

Técnica japonesa para liberar el estrés a través de los dedos de la mano

Técnica japonesa para liberar el estrés a través de los dedos de la mano
Conforme transcurre el tiempo la vida moderna parece tornarse más intensa, las personas vamos y venimos y vivimos tan a prisa que apenas y disfrutamos de todo lo hermoso que nos ofrece el vivir. Vivimos de manera tan acelerada que eso termina provocando estrés, fatiga y cansancio en muchas personas. Esto puedes notarlo fácilmente pues tus músculos comenzaran a tensarse y dolerán sobre todo los de los hombros y espalda, tu vista se sentirá cansada y no tendrás ánimo de nada, de hecho tendrás pésimo humor durante esos días llenos de agotamiento y estrés.

Por fortuna, existe una maravillosa técnica practicada por el pueblo japonés desde tiempos muy antiguos, en donde todo el poder se centra en nuestros dedos y nos ayuda de una manera espectacular a eliminar toda dolencia de nuestro cuerpo y mente, ¿Quieres conocerla?
Para iniciar, debes saber que cada uno de nuestros dedos refleja un sentimiento o emoción en específico, ¿lo sabías?, además, se dice que si sujetas cada uno de tus dedos de una mano con la otra y ejerces presión por algunos segundos, lograrás erradicar emociones negativas o dolencias que corresponden de manera particular a cada uno de tus dedos.

A continuación te enlistamos los resultados que te traerá el hacer lo anterior según lo que refleja cada uno de tus dedos.

Dedo meñique: al presionar este dedo, lograras calmar tu ansiedad y sentir serenidad. Lograras eliminar el pesimismo y concentrarás tus energías en lograr aquello que tanto te propones.
Dedo anular: la técnica en este dedo nos cae de maravilla pues logra suprimir la depresión, la tristeza y melancolía. Además, es buenísimo para ayudarte a la hora de hacer una elección o tomar una decisión, aumenta tu nivel de concentración.
Dedo mayor: el aplicar la técnica en este dedo, ayuda a poder frenar y controlar tus sentimientos y emociones, tales como la ira, el enojo o cólera, así como también la frustración y sentimientos que disparan hacia el ¨odio¨, sentimientos que debes eliminar completamente pues no te hacen ningún bien.
Dedo índice: el sujetar este dedo ayuda a controlar todos y cada uno de tus miedos.
Dedo pulgar: al hacer presión en él y sujetarlo, podrás eliminar todas tus preocupaciones, nervios y emociones a causa del estrés.
Cuando decidas aplicar esta increíble y efectiva técnica, asegúrate de sujetar todos los dedos de tu otra mano, con el puño cerrado, el dedo según los resultados que deseas obtener. Se recomienda practicar esta técnica de manera alternativa, es decir, dejando pasar de unos 20 a 30 segundos entre dedo y dedo.

Comparte esta información para que se quede guardada en tu muro.

lunes, 5 de diciembre de 2016

El héroe mexicano que salvó a todo un pueblo minero en 1907


Jesús García Corona tenía 25 años cuando por salvar a los habitantes del pueblo de Nacozari, Sonora-México, sacrificó su vida. Aquel fatídico día parecía haberse entrelazado con los hilos del destino. Curiosamente, el 7 de noviembre de 1907, este héroe mexicano tuvo que asumir la conducción de un tren que no le correspondía manejar esa mañana, pues su compañero Alberto Biel se encontraba enfermo.

Así, inició un trayecto inesperado, calamitoso, hasta el final de su corta existencia para luego inmortalizarse en la memoria de los locales por el valor de su hazaña.

El héroe mexicano que salvó a todo un pueblo minero en 1907

Eran tres viajes los que debía realizar García para completar la misión. Un recorrido de cuatro kilómetros, una distancia relativamente corta…pero la locomotora que le fue asignada al joven maquinista transportaba toneladas de la más potente dinamita, que iba rumbo la mina de Pilares.

La primera parada se ejecutó sin contratiempos, aunque la máquina presentaba algunos problemas. El contenedor que mantenía controladas las chispas de carbón para la quema del combustible, no funcionaba correctamente. La precariedad de la situación se evidenciaría con la segunda parada, después de que un mensajero le notificara a García que debía cargar unas diez toneladas más de dinamita para llevarlas a la mina.
Mientras que los ingenieros transportaban la carga a los vagones, el héroe mexicano aprovechó unos minutos para visitar a su madre que vivía cerca de la estación, en Nacozari. El encuentro fue extraño, la madre de García se mostraba angustiada, inquieta. Dentro de ella había una lucha, un nudo inexplicable, que entre sollozos y a duras penas pudo confesar a su hijo el presentimiento de que esa sería la última vez que lo vería. El sexto sentido maternal, uno que pocas veces falla, se anticipaba a lo que ocurriría después.

Los ingenieros, por equivocación, colocaron el cargamento de dinamita cerca de la caldera en lugar de disponerlo en el extremo de la locomotora. Ya en marcha hacia la mina, los trabajadores que acompañaban a García le gritaban con desespero: “¡hay humo en el polvorín!”. Los chispazos se hacían cada vez más poderosos, acercándose vertiginosamente al cargamento de dinamita. No quedaba mucho tiempo.

Quienes viajaban en el tren le ordenaron a García que frenara para unir esfuerzos y extinguir el fuego. Sin embargo, García sabía que esto no era posible, ya que en ese tramo no había agua. El viento soplaba en contra y las llamaradas rápidamente se expandían en el tren. Había explosivos suficientes como para destruir al pequeño pueblo minero… cientos de vidas se perderían. Era una bomba de relojería.
García, a sabiendas de que no había salida, como el capitán que se hunde en su barco pidió a sus acompañantes que saltaran del tren. En medio de tanta angustia, no cuestionaron la petición de su compañero y se arrojaron a la maleza. Rápidamente, el héroe mexicano procedió a conducir el vehículo llameante, a máxima velocidad, para alejarlo tanto como pudiera del pueblo.

El estallido pudo notarse en todo el lugar. El estruendo sacudió casas, estalló vidrios, pero el fuego no alcanzó a sus habitantes, solo murieron 13 personas que desafortunadamente se encontraban demasiado cerca del punto de la vía donde ocurrió la explosión. La locomotora se redujo a cenizas junto al valiente joven, que con su proeza evitó una desgracia aún mayor.

Aunque poco conocido en otras partes del mundo, en el estado de Sonora promulgaron varias leyes para rendir tributo al héroe mexicano: humilde, honesto, serio y profundamente humano, como lo describían sus conocidos. El Día del Ferrocarrilero, celebrado en el aniversario de su deceso, es uno de los decretos. También se han escrito canciones para conmemorar a quien ofreció la vida para salvar a su gente. ¿Sabías sobre él? ¿Qué te ha parecido su historia?

10 cosas que quizá no sabías de la CAJA NEGRA de un avión

Cuando un avión sufre un accidente lo primero que buscan los investigadores es la CAJA NEGRA que, en la mayoría de los casos, no es una, sino dos. Es un elemento importantísimo para dilucidar qué es lo que ha ocurrido para que se produjera el siniestro. Acompáñanos a conocer 10 cosas que quizá no sabías de la CAJA NEGRA de un avión.

10 cosas que quizá no sabías de la CAJA NEGRA de un avión

La llamada Caja Negra es un dispositivo que se utiliza tanto en aeronaves, como en algunos vehículos a motor, locomotoras de trenes e incluso en la mayoría de buques de nueva construcción. Registra las conversaciones y sonidos en la cabina de pilotaje y la actividad instrumental. Almacena esos datos para que, en caso de accidente, se puede analizar lo que ha ocurrido momentos antes de producirse éste.

1. El primer prototipo de caja negra fue diseñado por el ingeniero francés François Hussenot en 1939. Pero, tal como las conocemos hoy en día, empezaron a utilizarse en 1958. La idea partió del australiano David Warren al que en 1953 se encargó la investigación de varios accidentes inexplicables de aviones Comet. Pensó que si pudiera tener un registro de los últimos momentos antes del siniestro tendría una idea muy aproximada de lo ocurrido.

2. Se les llamó cajas negras al principio de su utilización. No se sabe exactamente el motivo. Se piensa que pudiera ser por los primeros prototipos de la RAF que estaban pintados de negro o porque esos primeros dispositivos incluían unas placas fotográficas y las cajas funcionaban como las de revelado.

3. Las cajas negras enseguida se pintaron de naranja para facilitara su localización en caso de siniestro.
4. Cuando se trata de aviones comerciales de gran tamaño, no se lleva una caja negra, sino dos. La primera graba las conversaciones de la tripulación y los sonidos que se producen en la cabina. La segunda es un registrador de los datos del vuelo como son la altitud, velocidad, rumbo, etc.

5. Las cajas negras actuales usan microcircuitos de memoria flash. Gracias a esto pueden de almacenar datos durante varios años. Graban digitalmente las conversaciones y los sonidos de cabina que se van produciendo, conservando cada vez entre los últimos 30 minutos y las últimas dos horas dependiendo del modelo.
6. Las cajas negras pasan cinco pruebas de resistencia. La primera es la prueba de resistencia a impactos. Con una pistola de gas se lanza el registrador de vuelo contra un blanco hecho de aluminio y llegando a una fuerza máxima de 3.500 kilos.

7. La prueba de resistencia a la penetración consiste en la descarga, desde 3 metros de altura, contra la caja, de una masa que pesa 225 kg. y que tiene una punta de acero templado.

8. La tercera prueba mide la resistencia a la inmersión a gran profundidad. Se pone la caja durante 24 horas dentro de una cámara con agua marina a gran presión.
9. Prueba de resistencia ignífuga. En este caso el registrador de vuelo debe resistir llamas a 1.100 grados centígrados.

10. La última prueba es la de resistencia al aplastamiento estático. Se le aplica una compresión de más de 2.300 kilopondios a través de un actuador.

Las cajas negras son importantísimas y los datos que de ellas se recogen sirven para evitar futuros siniestros.

¿Te cuesta mucho mantener el contacto visual cuando hablas con alguien? Descubre por qué

¿Te resulta realmente difícil mantener contacto visual cuando interactúas con otras personas?  Si es así y esto te hace sentir como un bicho raro, te anticipamos que es un comportamiento más normal de lo que imaginas… y en cualquier tipo de personalidades. Así lo sugiere un estudio enfocado en este fenómeno que revela por qué nos cuenta mirar directamente a los ojos mientras conversamos.

¿Te cuesta mucho mantener el contacto visual cuando hablas con alguien? Descubre por qué

No por lo antes mencionado desacreditamos el poder que tiene mantener contacto visual, ya que mirar a la otra persona en el curso de una conversación demuestra confianza, interés y firmeza. Es esencial en las relaciones humanas. Aunque es curioso saber que, a pesar de todo lo que denota, fijar la mirada en otros provoca además que tambaleemos un poco las palabras, y en casos más extremos, nos genera tartamudeo. De ello no está exenta ni la persona más elocuente y controlada, ¿por qué será?

Un  estudio publicado en la revista Cognition expone que el contacto visual y el procesamiento verbal están entrelazados, aunque ambas funciones ocupen distintas fracciones del cerebro. Lo que destacan en esta investigación es cómo mantener el contacto visual es tan desafiante en la mente que termina entorpeciendo nuestras habilidades orales.

Quizá no nos ocurre todo el tiempo, pero es un modelo conductual reincidente, según se evidenció en la exploración de Shogo Kajimura y Michio Nomura, investigadores de la Universidad de Kyoto, Japón, en la que convocaron a 26 participantes que observaron rostros animados, tanto femeninos como masculinos, en una pantalla.
A fin de desvelar los efectos de mantener el contacto visual – específicamente en el habla-, algunas caras miraban fijamente al espectador mientras que otras evitaban coincidir con sus miradas. Así, a los presentes se les pidió que elaboraran oraciones en relación con una lista de sustantivos que les fue proporcionada en el lugar del estudio. Debían construirlas a la brevedad posible, sin despegar la vista del televisor, con lo primero que se les cruzara por la mente.

Curiosamente, cuando proyectaban las animaciones que mantenían contacto visual,  sustantivos sencillos de asociar como “cuchillo” terminaban en frases con poca coherencia. El factor de mantener el contacto visual les volvía más lentos en la búsqueda de verbos con los que asociar los sustantivos de la lista. Muy distinto a lo que ocurría cuando las animaciones no miraban a sus ojos, con las que les era más sencillo componer los sustantivos con verbos apropiados, de manera que las oraciones eran elaboradas con mayor fluidez.

Kajimura y Nomura evidenciaron con todo esto el impacto de un contacto visual directo en nuestras habilidades verbales. Pues, al trabajar ambas funciones en simultáneo, el cerebro parece no responder muy bien, se sobrecarga y en ocasiones nos volvemos un poco torpes al hablar.

No por ello nos excusaremos de mirar al suelo al tiempo que nos dirigimos a otros, pero tampoco estaría mal mirar hacia otro lado, así sea por breves segundos, para liberar un poco el sobreestimulo cerebral que incita la expresión oral en sincronía con el contacto visual . ¿Qué opinas sobre el estudio de estos especialistas japoneses? ¿Te identificas?

Lo peor de ser mujer en el pasado: 5 terribles realidades

Las mujeres nunca hemos tenido la vida fácil, pero ser mujer en el pasado era sinónimo de atravesar terribles situaciones, tan difíciles o más que ahora y de un modo extensivo, en la mayoría de culturas. A lo largo de la historia ser de, lo que ofensivamente llamaban, el “sexo débil” podía resultar una verdadera pesadilla de la que no se podía despertar. Con los siguientes 5 datos -aunque, tristemente, podríamos añadir muchos más- entenderás a la perfección por qué:

Lo peor de ser mujer en el pasado: 5 terribles realidades

1- A las recién nacidas las abandonaban para morir

A esta práctica la llamaban “exponer” al bebé. Era muy común que en la Antigua Grecia, una pareja dejara abandonada a su hija recién nacida en el desierto, para que ella muriera allí. Incluso los pobres criaban con grandes esfuerzos a sus varones neonatos, pero a las niñas las exponían, sin importar la clase social a la que pertenecieran.
En Roma ocurría lo mismo, solo que tener una hija suponía una carga monetaria mucho mayor y, por ende, se exponía o mataba -de nuevo, sobre todo si te encontrabas en una situación económica precaria. También en Egipto pasaba esto. Tener una hija suponía un despilfarro que pocos podían permitirse, así la opción más terrible se convertía en la más rentable y la que preservaba el “bienestar” de la familia.

2- Las madres eran forzadas a matar a sus propios hijos

Esto sucedía comúnmente cuando una mujer daba a luz a niño deforme, pues se creía no tendría una vida igual que los demás. Como sabemos, en Esparta este acto se daba por sentado, pues contribuía a la idea un pueblo “fuerte” que no podía permitirse “debilidades”. Todavía menos compasivos eran en la Antigua Roma, en la que existía una ley que decretaba que si un bebé nacía con graves deformidades debía ser asesinado. Así, daban a las mamás la opción de asfixiarlo ellas mismas o abandonarlo.

Esta costumbre se daba no sólo en la Antigua Roma y en Esparta, sino en gran parte de las culturas antiguas.

3- Perder la virginidad podía ser castigado con la muerte

Si un padre griego descubría que su hija no era virgen, tenía derecho a venderla como esclava.

Para los samoanos era tan importante, que en la boda se realizaba una ceremonia donde el jefe de la tribu rompía el himen de la mujer con sus dedos, ¡delante de todos! ¿Por qué este exhibicionismo? Para que hubiera testigos de la virginidad de la nueva esposa.
En Roma, cuando una sacerdotisa de la diosa Vesta no era pura y había mantenido relaciones antes de cumplir las 3 décadas, era enterraba viva como castigo. Para terminar de horrorizarnos, en el Israel de la antigüedad, si una mujer, cualquiera, perdía la virginidad antes de contraer nupcias: era lapidada hasta la muerte.

4- El adulterio se castigaba con tortura

Ya sabemos cuán difícil era ser mujer en el pasado, pero si era infiel a su esposo, este podía matarla. Sin embargo, la muerte no les parecía suficiente, así que la torturaban. ¿Cómo? Durante la época medieval utilizaron un aparato llamado desgarrador de senos. Imagina lo que podían hacer con eso… Pero esto no es todo, este desgarrador también se usaba como castigo, si la mujer tenía un aborto involuntario. Por si el dolor de la pérdida de un hijo no nato no fuera suficiente, se las hostigaba por ello. Horrible.

5- Casi no hablaban

Una mujer griega o romana tenía prohibido salir de su casa sin un acompañante masculino. Además, si había hombres de visita, la mujer tenía que retirarse sin decir una palabra para no molestarlos. En Dinamarca, a aquellas mujeres que demostraban su furia o elevaban la voz en público, eran castigadas y avergonzadas ante toda su comunidad, obligándolas a pasearse atrapadas en un artilugio de madera, llamado violín de musaraña, que les sujetaba la cabeza y las manos. Una humillación pública para aquellas que no reprimían sus opiniones o ira.
Afortunadamente, vivimos en el siglo XXI y, aunque todavía tenemos que cambiar mucho, la mayoría de estas prácticas han dejado de llevarse a cabo en gran parte del mundo. Por desgracia, no podemos dar la espalda a la realidad: muchas mujeres siguen sufriendo humillaciones y abusos de todo tipo por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino.

Debemos concienciarnos y seguir evolucionando y trabajando por erradicar de una vez por todas estas vejaciones y lograr la equidad y el respeto que las mujeres merecen.