Un hombre ha intoxicado a sesenta niños en Sudáfrica. El sospechoso, que aún no ha sido identificado, repartió chucherías a la salida de tres colegios de Johannesburgo. Los menores fueron ingresados con vómitos y dolores de estómago, dos de ellos en estado crítico aunque ya han sido dados de alta, en no temerse por su salud.
La policía trata, ahora, de encontrar al causante del envenenamiento a partir de las informaciones de los niños y los trabajadores de los centros. Los oficiales han confirmado que las golosinas contenían sustancias dañinas. Por ese motivo, se le han imputado cargos por intento de asesinato. Todos ellos han mandado un mensaje a la población de Johannesburgo: «Pedimos a los padres y a los maestros que insistan en que los niños no interaccionen con personas desconocidas», han determindado.
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