El nuevo presidente de los Estados Unidos empezará su mandato con una dura medida que pretende cumplir con lo que el magnate aseguró durante su campaña electoral: deportará a más de dos millones de personas, quizás tres, o los encarcelará para «sacar del país a delincuentes y a las personas con antecedentes, pandilleros y traficantes de drogas». El nuevo presidente electo, que jurará su cargo el próximo mes de enero, ha vuelto a señalar que construirá un muro en la frontera con México, y que probablemente «sea de ladrillo» porque «es muy importante que aseguremos nuestra frontera». En su entrevista realizada a CBS, Trump ha agregado que una vez que la frontera esté «segura», el país comenzará a «hacer una determinación sobre los inmigrantes indocumentados que quedarán en Estados Unidos. Es muy importante que aseguremos nuestra frontera».
Trump anunció esta medida cuando se postuló como candidato republicano, cuando dijo que los mexicanos eran «violadores y criminales». Además, aseguró que México pagaría el muro al 100%. Con esta medida, Trump empezaría a poner en práctica los diferentes puntos del plan antimigratorio del magnate, que incluyen entre otras medidas, triplicar el número de agentes de inmigración o poner fin a los empleos que actúen de «imán» para los inmigrantes indocumentados del país.
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