Cualquier dispositivo conectado a internet es vulnerable a ser pirateado, y si los dueños no establecen todas las medidas de seguridad que puedan, el peligro todavía es más grande. Y Heather y Adam aprendieron de la peor manera posible que toda conexión a internet necesita de una buena seguridad informática. El matrimonio vivía en Cincinnati, en Ohio (Estados Unidos), y vivió el mayor susto de su vida cuando oyeron la voz de otro hombre en su propia casa. Todo empezó una noche en la que Adam y Heather Schreck dormían tranquilamente en su casa, pero de pronto Heather oyó un ruido y despertó. Le pareció oír una voz de hombre que decía «Despierta bebé», pero al mirar a su marido se dio cuenta de que todavía dormía. Entonces, volvió a oír la voz, y preocupada por su bebé de 10 meses, miró a través de su móvil la cámara que habían instalado en la habitación de la pequeña Emma.
Aunque todo parecía correcto, Heather notó algo raro en la cámara: se movía de forma errática y sin respetar la forma en que la programaron, ya que ellos querían que la cámara se moviera respetando los movimientos del bebé. Parecía que tenía vida propia. Heather se asustó y despertó a su marido, que corrió a la habitación a ver qué ocurría. Una vez allí, vio que la niña estaba despierta y confusa, y una voz seguía diciendo: «despierta bebé». Entonces, la cámara se giró hacia el padre y Adam se dio cuenta de lo que ocurría: les habían hackeado la cámara y alguien estaba viendo a su pequeña desde la distancia. El hacker, que se dio cuenta de que le habían pillado in fraganti, empezó a insultar a los padres de la niña, pero Adam apagó rápidamente la cámara y fueron a la policía. Lamentablemente, la policía no pudo encontrar al pirata informático, y les aseguraron de que estos casos eran más habituales de lo que podría parecer.
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