viernes, 13 de marzo de 2015

el gilipollas.

 Verá doctor, tengo un problema. Cuando hago el amor con mi mujer, me da la impresión de que no siente nada. Algunas veces incluso se duerme.
- Eso tiene una explicación científica. Algunas mujeres en estado de excitación se acaloran tanto que les es imposible sentir nada. Trate de hacer el amor y abanicarla al mismo tiempo.
- Gracias doctor.
Y esa noche así lo hizo. Pero cuando atendía al abanico no atendía a lo otro. Así que contrató a un negro para que abanicase a su señora.
- Venga, negro, abanica. ¿Sientes ahora Maruja?.
- No, nada.
- ¡Más fuerte negro! ¿Y ahora, Maruja?
- Nada, nada.
- Negro, trae el abanico y ponte tú.
El negro se situa encima de Maruja y el marido abanicaba.
- ¿Y ahora Maruja? ¿Sientes?
- Siiiiiiií, siiiiiiiiiií, ahora siiiiiiií!
- ¿Ves negro? ¡No sabes ni abanicar!

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