La imaginación es pálida y frágil,
Los sueños agarran con una falsa realidad,
La imaginación puede construir puentes,
Los sueños pueden engañar.
Cuando soñamos, frecuentemente la experiencia nos involucra profundamente. Los sueños aterradores nos hacen despertar temblando y transpirando. Los sueños placenteros nos dejan con deseos persistentes. Algunos sueños son una forma de sanación, una manera de que nuestras mentes se re-circuiten y se ajusten. Sin importar qué pase, esos sueños no tienen realidad objetiva en nuestro mundo despierto.
La imaginación es también una forma de participación mental. Es una manera de proyectar nuestros pensamientos en imágenes creíbles para ser contempladas y manipuladas. Podemos jugar con nuestra imaginación, usarla para inspirar proyectos creativos.
Ambos, imaginación y sueños son actividades similares de la mente, que difieren sin embargo en el nivel de participación consciente que permiten. En el caso del sueño, hay una suspensión total de la racionalidad y de la consciencia, así que es posible poca o ninguna dirección. No hay modo de controlar. Por contraste, la imaginación es una herramienta a través de la que podemos mejorar nuestras vidas, hacerlas diferentes y creativas. Al cooperar con la imaginación, podemos lograr cosas que "nunca soñamos que fueran posibles".
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