Le dicen que su perrita tiene cáncer terminal y decide darle los mejores meses de su vida

Robert Kugler, un ex marine de Nebraska, quedó totalmente abatido cuando le dieron la horrible noticia de que su perrita Bella tenía un cáncer terminal, según informa The Telegraph.

Le diagnosticaron osteo-sarcoma, un cáncer de huesos. El veterinario no daba más opciones que la de sacrificarla o amputarle la pata en la que se le había desarrollado el cáncer. A Robert no daba crédito a la situación, no lograba asimilar lo que le estaba ocurriendo a su perrita, no obstante, decidió amputarle la extremidad. Pero pronto llegó la mala noticia. El cáncer se le había extendido a sus pulmones, y no le daban entre 2 y 6 meses más de vida.

En este momento, Kugler decidió comenzar un viaje inolvidable con Bella y recorrer Estados Unidos juntos para que su perrita disfrutase más que nunca de sus últimos meses de vida.

“Debía ser su viaje de despedida”, escribe Rob en su sitio web. “Viajamos durante cinco meses, y recorrimos miles de kilómetros… refugiándonos en sofás y camas de invitados de los amigos que he tenido la suerte de hacer en todo el país en mi corta vida. Fue una experiencia increíble e inolvidable”.

Sin embargo, 3 meses más tarde de regresar a su hogar en Nebraska, con Bella en buena forma, Rob decidió emprender otro viaje, uno en el que todavía están.

“Comenzando sólo unos pocos cientos de millas al sur de Missouri, el viaje se extendió a Kentucky, luego a Nashville, luego claro a la costa de Carolina para ayudar a un amigo”, dice Rob.

Mientras tanto, publicaba en sus redes sociales el viaje que estaba compartiendo con su mejor amiga. “Perdí a mi hermano en Irak en 2007 y a mi hermana mayor en un accidente de coche hace 2 años”, le dijo a Mashable. “Cuando ves que las vidas terminan poco antes de que la gente haga muchas de las cosas que sueña con hacer, cambia tu perspectiva en la vida.”

Afortunadamente, Bella vivió mucho más de los 6 meses que le habían pronosticado. Estuvieron viajando durante 14 meses, hasta que un día Bella no pudo más y falleció.

Sin embargo, Robert no ha parado de viajar desde entonces, con el fin de recaudar fondos para ayudar a otros animales y hace pocos meses editó un libro sobre su viaje con Bella, una perrita que disfrutó de sus últimos meses de vida con amor.