Llega el año nuevo y, con él, uno de nuestros hobbies favoritos: proponernos cosas que no seremos capaces de cumplir. Y no nos engañemos, somos muy poco originales a la hora de marcarnos los propósitos de año nuevo. Aquí tenéis las promesas más sonadas e incumplidas de la historia. Y sí, en 2015 también las vamos a hacer, para no perder la tradición.
No volver a enamorarte de un capullo/a
No podemos evitarlo, nos pone que nos mientan y que nos hagan sufrir luego, que nos cuenten cuentos, vivir en el mundo de Yuppi para acabar nadando en recuerdos. No mientas, en el fondo la vida dramática te mola.
Comer menos
Comer poco es inversamente proporcional al nivel de buen rollo. Está bien comer sano, light, equilibrado, ¡pero tampoco nos estresemos! Somos jóvenes y aún podemos comer lo que nos dé la gana (aunque controlad por la noche, ya no somos chavales).
No dejar las cosas para el último momento
Procrastinar es humano. No te agobies pensando todo lo que debes hacer si sabes que vas a acabar haciéndolo en el último momento: no te estreses, organízate. Siempre hay tiempo para una siesta, una peli, un quiqui.
Hacer más ejercicio
El ejercicio es bueno para la salud, nos hace liberar endorf… Vamos, que está muy bien, pero salir a hacer unas cañas de afterwork es casi mejor para tu salud, ya que el ambiente es mucho más sano que ir al gimnasio a ver tíos y tías obsesionados con las calorías y la masa corporal.
Dejar de fumar
Uno al año no hace daño, y dos tampoco. Nos vamos a morir igual, el tabaco no es bueno pero, oye… conozco muchas otras cosas que te pueden matar más lenta y dolorosamente.
Apuntarte a chino
¡Qué buen rollo, vamos a dominar el mundo! Paciencia, amigos, las cosas no van tan rápido, ni el chino se aprende en cuatro clases. Si lo que quieres es impresionar a alguien, cómprate un yate.
Salir menos de fiesta
“Es que ya estoy mayor y un día de fiesta significan dos enfermo”. ¡Cuántas veces tendremos que escuchar eso! Y aun así las ganas de salir no desaparecen. De hecho, ¿por qué deberíamos salir menos de fiesta? Como decíamos antes: no te agobies, organízate, 24 horas al día dan para mucho.
Llegar a fin de mes
Eterno problema juvenil. Hay infinitas formas de pasarlo bien y no todas implican gastar hasta el último céntimo de la Visa Oro de papá, hay planes gratis de puta madre: sal a ver las estrellas, coñ*, y flipa de verdad. Además, los jóvenes somos unos artistas a la hora de surfear en el límite de nuestra cuenta corriente.
Acabar aquel libro que quedó a medias hace meses
Si no lo has acabado ya es que realmente no te interesa, que no es ‘pa ti’, que era ‘pa otro’. Si no lo has leído ya, déjalo y no te sientas mal, empieza uno nuevo, joder, lo peor es estancarse.
Si cumples tus propósitos de “persona de bien”, gimme me five, pero si no, bienvenido al club. Mola demasiado hacerlo mal: somos jóvenes, sexis y queremos vivir la vida. Un sabio un día dijo: life’s a bitch and then you die so fuck the world and let’s get high.
¡Feliz año!
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