Rusia ha recibido mucha atención internacional en la última década, entre otras cosas, por su legislación en torno a los derechos LGBT, que parece ir en sentido contrario al mundo, o al menos a ciertas democracias liberales occidentales.
Varias organizaciones internacionales y grupos activistas han denunciado la situación y la han calificado como la peor violación de los derechos humanos en la era post-soviética.
En 2013, el parlamento ruso aprobó por unanimidad una ley que prohíbe la “propaganda gay”, que hace ilegal cualquier manifestación que iguale las relaciones entre personas del mismo sexo (“relaciones no tradicionales” según la ley) a las de las personas heterosexuales, o la distribución de material relativo a los derechos LGBT.
La ley despertó un fervor homofóbico en la sociedad rusa, donde creció la criminalización y discriminación, la violencia y los crímenes de odio.
Pero también desencadenó muchas críticas, la condena internacional y el repudio de organizaciones LGBT en todo el mundo.
Desde entonces, es una práctica recurrente la de utilizar imágenes con photoshop del presidente ruso Vladimir Putin, célebre por su ostentación de masculinidad (además de por sus leyes homofóbicas), maquillado muy femeninamente.
Este tipo de imágenes han sido ahora prohibidas por el gobierno ruso, incluidas dentro de lo que consideran “materiales extremistas”, conjuntamente con otros de carácter antisemita o racista.
La argumentación del gobierno para la prohibición es que las imágenes de Putin maquillado “sugieren una orientación sexual supuestamente no convencional del presidente de la Federación Rusa”.
No se sabe exactamente si hay alguna imagen en particular que ha sido prohibida, o la prohibición es genérica.
Lo cierto es que la variedad y diversidad de imágenes similares han sido abundantes, pero la más difundida es la llamada “gay clown Putin” (o “Putin payaso gay”), una suerte de meme utilizado desde hace algunos años con el surgimiento y la consolidación de leyes homofóbicas.
Ahora, con la prohibición, siguiendo el famoso Efecto Streisand (intentar prohibir algo solo hace que se le dé mucho más visibilidad y notoriedad), las imágenes de Putin como drag queen han poblado las redes sociales.
En Rusia, sin embargo, cualquiera que distribuya, comparta o siquiera haga un retweet de una de estas imágenes, puede ser penado con una multa económica de 3.000 rublos ($53 dólares) o con hasta 15 días de prisión.
En 1993, pocos años después de la caída del muro, Rusia comenzó a eliminar las leyes que prohibían la homosexualidad, pero de todas maneras, hasta 1999 se incluía a la homosexualidad en una lista de trastornos psiquiátricos.
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