domingo, 8 de noviembre de 2015

Naranjas amargas

El gitano en paro, roba naranjas para venderlas por la calle como “guachintonas” sin saber que eran amargas.
Todos los días cambiaba de sitio para que no le pillaran.
Un día se pone a pregonar: “Naranjas guachintonas mu ricas. ¿Quién quiere naranjas guachin? Baratas, a un euro los tres kilos. Vamos, que me las quitan
de las manos.
A esto que pasa un señor con su hijo y le pregunta al gitano: ¿Están buenas las naranjas?
“Güenísimas, super durses”, contesta el gitano.
Pues dele a probar a mi hijo a ver qué tal.
El hijo prueba un gajo y le dice al gitano:
“¡Me cago en...!”, cayéndole dos lagrimones como dos sartenes.
El gitano le dice al padre: “Es delicaillo er niño, ¿no?”.
Y contesta el padre: “¿Delicaillo?,... si era mudo.

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