El pueblo de Lugo, Villapene, ha saltado a la fama y está revolucionando las redes sociales, después de que robaran el cartel del pueblo para llevarlo a la boda, en la que el novio era oriundo de dicha localidad. El cartel fue tomado para llevarlo a la ceremonia por cachondeo, y posteriormente devuelto a este pueblo de menos de doscientos habitantes cuyo topónimo oficial es Santa María de Vilapene.
Tras el robo temporal de este y el inevitable pitorreo, la denominación del pueblo es ahora tan conocido en las redes sociales como Parderrubias (provincia de Pontevedra).
Pero Villapene y Parderrubias no son los únicos casos de topónimos curiosos que encontramos. Otros ejemplos de nombres de localidades que arrancan una sonrisa al que los escucha o lee son Guarromán, en Jaén; Espolla, en Gerona; Villanueva del Trabuco, en Málaga; Correpoco, en Cantabria; Los Infiernos y Alcantarilla, en Murcia; Peleas de Arriba y Peleas de Abajo en Zamora; Adiós en Navarra, Buenas Noches en Málaga, Calamocos en León o Puercas en Zamora. Una lista que, por supuesto, no acaba aquí.
Fuera de la Península también encontramos topónimos que incitan a la broma, tales como De Repente y Kagar (Alemania), Vagina (Rusia), Entrepiernas y Peor es nada, en Chile, Salsipuedes en Córdoba (Argentina) o Fucking en Austria.
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